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domingo, 17 de septiembre de 2017

Aquellas chozas...

Los de mi generación no recordamos ni vivimos aquellos tiempos duros en los que vivimos en lugares, casas, casas de vecinos, varias familias (además numerosas) en una casa, aquellos baños (si se les podía llamar así) compartidos en mitad del corral, las cocinas de carbón compartidas que, como decía mi abuela: "a veces dos ollas estaban guisando al mismo tiempo y el tocino de una saltaba a la otra (irónicamente cierto).
Pues esta entrada surge a raíz de unas fotos que os ofrece Isabel Rodríguez y Antonio Franco y en las que además de ellos hay otras protagonistas: las chozas.
Todo el mundo recuerda la choza de la Lola y el Lolo en el Egido (hoy calles Soria, Cáceres...) y alguna otra pero las que os traigo estaba en los 70s en la zona del cortijo de Hornillo, en Almenara.
En esta primera aparecen: Ángel Sánchez, los padres de Isabel Rodríguez Diego Rodríguez y Manola, sentados junto a sus hijos Diego e Isabel y al lado de ésta su marido Antonio Franco. Al fondo puede verse la choza que, en este caso, se usaba para guardar el ganado. 

Esta otra fabulosa foto es de los 70s. En ella están los enamorados Isabel Rodríguez y Antonio Franco delante de una choza mucho más elaborada que la anterior, pero también de "monte" (pasto y arbustos autóctonos)
En el mismo lugar de la primera foto pero desde otra perspectiva, están los padres de Isabel, Diego y Enriqueta con el perol y demás útiles para comer juntos en el campo pero sin soltar a su preciada nieta. Al fondo puede verse las dimensiones de la primera choza para los animales.

Esta otra foto es ya sentados a la mesa, bajo la sombra de los que llamamos "sombrajo" y cuando está cubierto de parra "emparrado". Al fondo de nuevo la fabulosa construcción de la choza "de monte".

Para saber un poco más de esta genuina forma de construcción, me puse en contacto con un experto en Chozas, Rafael Pulido Jurado, que escribe y documenta el blog http://chozasdecordobaandalucia.blogspot.com.es/ para nuestro deleite.
Él, nos explica que la primera choza parece ser una forma de construcción muy similar a las que existen en la Campiña y Vega de Córdoba, llamaban "chozos de melonar o de muletas.". Eran construcciones efímeras y construidas para cada temporada agrícola. Principalmente usada por jornaleros y temporeros.
Este es un magnífico dibujo que nos ofrece Rafael en su blog de la construcción de la típica "choza de muletas", aunque dentro de ellas van variando sus estructuras, dimensiones, características... según la zona y el uso a la que se destine. 

En la foto que aparecen Isabel y su marido, Antonio Franco, se puede apreciar una choza de otra tipología, con paredes verticales hechas también de pasto, a las que se denomina "de rancho marismeños de Doñana".

En la entrada que le dedica a esta tipología nos ofrece un magnífico esquema gráfico de esta construcción:
Dibujo de Rafael Pulido Jurado en la entrada del blog: "Chozas de las Quemadillas"

así como unas fotos de Luis Peduchi hacia 1978 de una choza del término de las Cabezas de San Juan donde puede verse como era en su exterior e interior, muy similar a como sería la nuestra:


Estas otras fotos aparecen en la entrada del mismo blog Chozas de las Cabezas de San Juan.

Muy agradecido a D. Rafael Pulido Jurado por ofrecernos luz a estos recuerdos con su pronta respuesta a mis correos y sobre todo por brindarnos ese magnífico trabajo en el blog sobre las Chozas de Córdoba, cuya labor traspasa fronteras y tiene su merecido reconocimiento. 

Después de haber hecho este recorrido por otra de nuestras tradiciones olvidadas vuelvo a dedicar esta entrada a aquellas personas que pasaron sus vidas en mitad del campo, luchando contra sus inclemencias y sobreviviendo, para que se reconozca su esfuerzo y recordemos aquella forma de vida que no hace tanto tenían nuestros padres y hoy nos parece algo tan lejano. 
Olvidar nunca, recordar muchas veces, amar siempre.


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